Karma y vidas pasadas

Ya hemos visto de dónde venimos y a qué, pero nos quedaba una duda. Todas nuestras acciones tienen consecuencias, a esto llamamos Karma. Pero ¿cómo influye el Karma en nuestras vidas? El karma es la ley de causa y efecto: Todo lo que hagas, tendrá unas consecuencias que influirán directamente en ti. Por ejemplo, si hacemos daño a alguien se nos devolverá de un modo emocionalmente igual o superior. La finalidad no es fastidiarnos, si no aprender y darnos cuenta del daño que hemos hecho. Mucha gente mala se queja de que la vida le trata mal. Eso es el Karma, la devolución de tus actos, tus palabras y tus pensamientos. Con las cosas buenas que hacemos o pensamos pasa igual. Sin embargo, no debemos hacerlas esperando nada a cambio, deben salir de nuestro interior. La buena energía atrae lo positivo, y la mala a lo negativo. Y tú eres libre de decidir qué energía tienes. El Karma, y aquí nos adentramos en un nuevo punto, se paga o se cobra en esta vida, pero también en las siguientes, en las reencarnaciones.

Si nos acercamos de nuevo a la Wikipedia y buscamos sobre reencarnación, encontramos esto: “La reencarnación —o transmigración de las almas—, es el paso hacia la siguiente existencia física. El karma determina las condiciones bajo las cuales el individuo vuelve a la vida. Sin embargo, el estado de pureza y sabiduría latente sigue intacto y desarrollándose lenta y progresivamente vida tras vida, en una especie de evolución espiritual”. Esto es, lo que no hayamos podido pagar en nuestra vida, lo pagaremos (o lo cobraremos) en la siguiente. Hablemos ahora de la reencarnación. Cuando morimos, llegamos a ese famoso túnel del que hablábamos en el especial anterior. A modo de ejemplo, los entrevistados por el psicólogo Raymond Moody lo definían así: “Tuve una reacción alérgica y dejé de respirar. Lo primero que ocurrió, bastante rápido, fue que pasaba a gran velocidad por un vacío oscuro y negro. Puede compararlo a un túnel. Era como si fuera montado en la montaña rusa de un parque de atracciones y pasara por ese túnel a gran velocidad”. Otro entrevistado comenta: “Me encontraba en un hueco oscuro y negro. Es difícil de explicar, pero me sentía como si me moviera en el vacío a través de aquella negrura. Era plenamente consciente y pensaba que estaba como en un cilindro carente de aire. Me sentía como en el limbo, a medio camino de aquí y a medio camino de algún otro lugar”.

Pues bien, en ese túnel es donde nos reencontramos con nuestros Guías o Maestros tras la muerte. Es allí donde repasamos toda nuestra vida en la Tierra y experimentamos todo el daño o todo lo bueno que hemos hecho. Depués llegará la toma de deciones hacia la reencarnación. Generalmente, pagaremos nuestras deudas con la misma gente a la que hicimos daño. Volveremos a reunirnos con almas con las que dejamos trabajos sin terminar. Bajamos a la Tierra con la misma gente, sólo que en roles o papeles diferentes. Quien en una vida era tu hermano, tal vez ahora será tu hijo. Tu madre tal vez sea tu amiga, etc. Nos reunimos en grupos, de nuevo. Esto lo investigó en profundidad Brian Weiss, el cual bajo hipnosis a sus pacientes les hacía reconocer a las mismas personas en diferentes vidas. Nos reencarnamos una y otra vez, hasta que hayamos aprendido todo lo que necesitábamos saber. Una vez que lo hemos aprendido, podemos quedarnos ya en planos superiores (en los cuales también tendremos que aprender), o podemos bajar a ayudar a otros, siendo Maestros en la Tierra.

Nuestras vidas pasadas las podemos conocer, está al alcance de casi cualquiera de nosotros. El único requisito es ser susceptibles a la hipnosis. Una vez que nos hipnotizan, podemos recordarlo todo. Hay varios cedés que pueden ayudarte a ello, por ejemplo los de Brian Weiss. A través de la relajación y la meditación, también es posible conocer estas vidas pasadas, incluso ver el año y el lugar en el que estuviste viviendo. ¿No te ha pasado nunca estar por primera vez en un sitio y tener la sensación de conocerlo?. En las sensaciones hay más de lo que creemos.

A lo largo de todo este especial hemos hablado mucho de nuestros Guías, Maestros, Ángeles de la Guarda… puedes llamarlos como quieras. Pero ¿quiénes son? ¿por qué nos ayudan? y, sobretodo, ¿podemos contactar con ellos? ¿nos envían señales? ¿cómo?

Como hemos dicho, hay diferentes planos en los que nos movemos. Cuando ya no tenemos que reencarnarnos más, pasamos de nivel y aprendemos en el siguiente. Pues bien, llega un momento en el que avanzamos tanto que podemos y debemos ayudar a los que están en la Tierra, siendo sus Guías o Maestros. Son energías superiores pendientes de nosotros. Su misión en ayudarnos en la Tierra, guiarnos y darnos pistas sobre el camino correcto. Sin embargo, somos libres de obviarlos y no hacer caso. Nos los podemos ver ni oír de manera sencilla, debemos estar abiertos a esta experiencia para poder tener acceso directo a ellos. Digamos que hay que creer para poder ver. Según recoge un Foro de Ciencias Ocultas, “los guías espirituales son seres que han pasado a la siguiente vida, ellos han alcanzado un alto nivel espiritual, pero todavía retienen un interés en lo que está pasando en el mundo. Están ahí para guiarnos y ayudarnos cuando busquemos su consejo. Están preocupados por nuestro crecimiento espiritual. Muchas personas son conscientes de la presencia continua de sus guías espirituales.”

0 Responses


EL METODO SILVA DE CONTROL MENTAL


Visualizar: El metodo silva para aprovechar la capacidad de la mente