La Visualizacion

La visualización es el primer paso en el proceso de materialización. En el fondo, cada vez que nos damos cuenta de que queremos algo, algún tipo de imagen en nuestra mente toma forma. Es el símbolo de lo que queremos conseguir. Para que esa imagen se manifieste en nuestra realidad, debe causar un cambio energético en nuestra vibración emocional.

Si eres capaz de generar las mismas emociones que cuando tu deseo se cumpla, tus vibraciones se alinearán con la realidad del deseo cumplido y lo atraerán.

Vuelve a leer esa frase. Significa que, sólo con sentir la emoción de conseguir tus deseos, se empieza a dibujar en tu mente la realidad de ese sentimiento a través de la ley de la atracción.
Ello requiere un cierto grado de visualización, aunque no significa necesariamente que tengas que “ver imagenes”, por mucho que eso ayude. Al visualizar lo que sería que se cumpliera tu deseo, tu cuerpo y tu mente responden emocional y físicamente.

Es decir: cambias tu vibración. Lo notarás incluso si sintonizas levemente con ello.
Al visualizar o imaginar, lo que haces es generar una reacción de cada uno de tus cinco sentidos y de los demás, como la intuición, que son menos tangibles.
Debes Ver, Oír, Sentir, Oler y Degustar tu deseo mientras se cumple. Y la clave es permanecer en ese estado el mayor tiempo posible. Es ahí donde estan en juego los ejercicios de visualización. Simplemente significa que estás generando una imaginería mental para modificar tu vibración.

A medida que avances en el proceso de creación de tu visión, evocarás respuestas emocionales, que que es de lo que se trata cuando usamos la visualización.
Sin embargo, no todas serán 100% positivas.
Sean positivas o negativas, observar con sinceridad las respuestas emocionales a una visión que está pensada para inspirarte te permitirá saber si estás creando tu visión correctamente.

A veces, en este tipo de ejercicios, damos las contestaciones o creamos las imágenes mentales que que creemos que deberíamos. Por ejemplo: si nos imaginamos una gran riqueza, tal vez contestemos que tenemos sensación de abundancia, cuando a lo mejor no sentimos eso en absoluto, sino todo lo contrario.
Es vital que seamos sinceros con nosotros mismos en lo relativo a nuestros sentimientos porque insisto: esas emociones son energía verdadera, con un poder de atracción real, y no se van por arte de magia simplemente por ignorarlas o relegarlas a un segundo plano. Tenemos que transformar esos patrones de energía en otra cosa para que no puedan funcionar como campo de fuerza energético contra contra las experiencias de las que queremos que conste nuestra vida.
Tal vez sea cierto que no quieres tener un millon. Puede incluso que tengas unos sentimientos muy intensos respecto a esa cantidad de dinero, como por ejemplo: “Sería dificilísimo conseguir tanto” o “no me duraría nada”, o incluso ideas como “la gente que tiene tanto dinero es gente mala o superficial”.

Con esta clase de pensamientos subyacentes, no es de extrañar que la gente suela sabotearse a sí misma en lo referente al dinero. Tratan de crear una visión de abundancia pero tienen una relación energética disfuncional con el dinero y eso es lo que se debe tratar primero.

No solemos hacer el ejercicio de responder con serenidad a nuestra visión cuando creamos nuestra lista de objetivos, nuestro tablón de la visión o cuando empezamos a visualizar nuestra vida soñada.

El resultado es que echamos a andar por el camino que nos labramos pero no sabemos muy bien por qué es nuestro camino en la vida, o podemos tener creencias que pongan en entredicho que ese que ese camino sea el apropiado.

En cuyo caso, como siempre, la ley de la atracción es infalible y trae situaciones que están en consonancia con esa confusión o ambigüedad, y el resultado es que nos parece que esa “visión” no funciona en absoluto.

Pero si haces estos ejercicios, no te ocurrirá esto.
Si sigues el procedimiento,tendrás muy claro tu camino antes de dar el primer paso. De este modo, sabrás que tus circunstancias a lo largo del viaje son totalmente apropiadas y están ahí para guiarte en la dirección apropiada, y que las “voces” que oyes son empujoncitos de tu intuición y no la voz de la resistencia y de una ideología limitadora.

Pero lo más importante es que reconocerás cuándo es procedente cambiar de dirección.
El camino al que te sientes guiado es fruto de la inteligencia universal, una inteligencia mayor de lo que creo que como humanos estamos preparados para asimilar. ¡Pero tenemos acceso a ella en cualquier momento!.

Al crear nuestro camino y definir nuestra vibración energética mediante el acto de la visualización, el Universo nos guiará en los siguientes pasos de acuerdo con la aliniación que tenemos en ese momento. Y a medida que recorramos el camino, nuestra visión crecerá y evolucionará en algo aún más alentador.

Cuando nos vemos proyectados a otros niveles, sufrimos cambios en el plano emocional y por lo tanto en nuestra vibración, y el Universo responde en consonancia. A raíz de ello, nuestro camino puede tomar otra dirección. Ésa es la respuesta perfecta.

Aquí es donde el concepto de “dejarte llevar” puede marcar la diferencia. En este caso, hablamos del flujo de la energía, que se da como respuesta natural a tu vibración (cómo te sientes). El flujo nos llega tal y como se supone que debe llegar y podemos “dejarnos llevar” y actuar en función de las voces intuitivas que oímos de vez en cuando, o podemos analizar ad nauseum lo que esas voces significan, si son o no intuición en realidad, o emprender cualquier otra acción intelectual. Eso es dudar del Universo y te cambiará la vibración inmediatamente de tal forma que estará en tus manos y sólo en ellas elucidar cuál es la correcta que deberías realizar.

¿No es eso lo que has hecho siempre?
Otra forma en la que detenemos o ralentizamos nuestro progreso hacia la satisfación verdadera es apegarnos a nuestras ideas originales. Puede que echemos a andar por nuestro camino ilusionados al ver la espontaneidad con la que ha surgido... pero luego empezamos a intelectualizar lo que se nos presenta y solemos llegar a un punto donde acabamos diciendo: “Vale, ya veo cómo va a acabar esto...”, y tratamos de dejar que el intelecto tome el relevo en el proceso.

Esto supone un problema cuando el Universo nos propone un cambio de dirección que no nos parece lógico. Nos resistimos al cambio porque ya lo tenemos, “todo pensado”. En ese momento nos estamos parando los pies a nosotros mismos y normalmente llegamos hasta el punto de abandonar.
Emprendes tu camino con una visión, que seguramente evolucionará hacia la perfección y hacia su forma más adecuada. El Universo responde con inteligencia infinita, pero nuestro intelecto no ve, “el panorama general” y sigue atado a nuestra visión original.

Si no nos atrevemos a trabajar en sintonía con el Universo, no podemos estar seguros de que el resultado esté alineado con el espíritu y la energía de nuestra visión original. Puede que consigamos aquello hacia lo que sentimos apego pero nos quedaremos con la sensación de “¿ya esta?”. O tal vez no lleguemos a progresar porque estaríamos cambiando las reglas, estaríamos asumiendo el papel que le habíamos dado a la inteligencia universal.

Otra forma de limitarnos es con la visión en sí misma. Sencillamente, no somos lo bastante ambiciosos.

Mi amiga Sonia, autora de The Law of Atraction Plain & Simple (La ley de la atracción, simple y llana) suele pedir a los alumnos que realizan el ejercicio que creen su visión con fuerza en la mente y luego multipliquen lo que estén pensando por diez. Si tenías en mente un millon, entonces serán diez millones. Este ejercicio tiene un poder doble. Por un lado, extiende el objetivo financiero inicial que tengamos si lo hacemos con coherencia.
Yo mismo doy fe de que te permite llegar a ver un millón como si fuera una gran suma de dinero, como si no fuera “para tanto”. Hasta que no logré colocarme en esa perspetiva, no pude conseguir ingresos de ese tipo. Por otro lado, cuando multiplicas tu visión original por diez, la resistencia saldrá a su encuentro rápidamente y con toda su fuerza. Pero tú tendrás las armas necesarias para enfrentarse a ella porque habrás leído este libro.

Gran parte de la resistencia nace de una cierta desconfianza en el proceso mismo. Al fin y al cabo, si confiáramos plenamente en la “creación de la realidad”, no tendríamos que juzgar nada que se nos plantease como “malo” sino que lo veríamos como apropiado en cierto modo (y no hace falta que sepamos en qué modo) a la hora de avanzar hacia lo que quremos conseguir.

Si dudamos del proceso y nos vemos empujados a pensar mal cuando se da unntecimiento en particular, podemos escoger si seguimos con esa sensación negativa que parece más “natural” (aunque sólo es la más automática) o bien confiamos en que lo que venga está pasando por ese “bien común”.
¿Podría eso ser casi imposible para nosotros en alguna ocasión? Puede serlo. Hay situaciones en las cuales los seres humanos civilizados probablemente no escogerían obrar por ese bien común. Pero aun así, sigue siendo elección nuestra.

Repito que no debemos esperar que la negatividad no se manifieste. Se manifestará. Somos seres humanos y estamos hechos para tener esas emociones también; de lo contrario no se darían en nuestro comportamiento. Pero lo que hacemos con esos sentimientos negativos es en realidad crear puntos de inflexión en lo que va a ser nuestra experiencia vital.

Si nos instalamos en la negatividad, lo normal será que nuestra vibración energética se modifique y estemos en consonancia con lo que concuerde con lo negativo.

Sin embargo, podemos expulsar totalmente la negatividad, eliminar esa carga por completo utilizando las técnicas que hemos explicado anteriormente.

Todo esto reitera la idea de que, a medida que avances en tu camino, se te presentará la posibilidad de crear otro distinto, y no tienes por qué oponer resistencia a ello de entrada.
0 Responses


EL METODO SILVA DE CONTROL MENTAL


Visualizar: El metodo silva para aprovechar la capacidad de la mente