Ley de la Atracción y acción

La Ley de la atracción se ha convertido en un término muy popular en los últimos años y, como todo aquello que alcanza popularidad, ha empezado a generar controversia. Hay que tener cuidado con asociarla a la inacción, pues estaríamos cayendo en una interpretación errónea.

ley de la atracción

En esta oportunidad quisiera tratar el, para algunos, ya bastante conocido tema de la Ley de la atracción, pero solo desde un punto de vista, uno que ha resultado motivo de controversia en los últimos tiempos. Sin embargo, hagamos antes un breve recuento sobre las acepciones de esta interesante ley, así los que todavía no estén familiarizados con ella podrán tener la oportunidad de conocer los principales preceptos.

La Ley de la atracción está considerada por muchos entendidos como una más de las leyes que circulan y rigen el universo, se le suele comparar bastante con la Ley de gravedad, ya que se dice, que, al igual que esta, es inevitable. El nombre de esta ley proviene del precepto de que uno atrae lo que proyecta, si uno está enfrascado en pensamientos negativos, entonces atraerá negatividad, si está enfrascado en pensamientos positivos entonces atraerá positividad a su vida. Así de simple.

Uno de los preceptos más difundidos al respecto es que, cuando uno quiere conseguir algo, tiene que concentrarse en ello, hacer su pedido con todas sus fuerzas, lleno de pensamientos positivos, y agradecer; esto bastará para que la Ley de la atracción se ponga a funcionar y el universo entero confabule para que el deseo se cumpla. Entonces, nuestro deseo se cumplirá en cualquier momento.

Precisamente, este precepto es el que ha generado gran controversia, incluso muchos de los detractores de esta ley lo han utilizado para tratar de desestimarla. ¿En qué consisten las críticas? Pues bueno, la pregunta es, ¿Basta con ponernos positivos, hacer nuestro pedido, agradecer y sentarnos a esperar? ¿Dónde queda la acción que el ser humano debe imprimirle a su vida para salir adelante? ¿Conformismo? ¿Inacción? ¿Pasividad? ¿Ociosidad?

Pues bien, parece que lo que en realidad ha pasado es que se han malinterpretado muchas de las manifestaciones de esta ley, con lo cual podríamos cambiar el término de “controversia” por el de malinterpretación. Si nos ponemos a revisar bien los preceptos, en realidad nunca encontraremos nada parecido a “siéntate a esperar que suceda”. Precisamente, la ley de la atracción se basa en la acción inspirada, es decir, para que podamos formular nuestro pedido al universo con verdadero ahínco, tenemos que estar absolutamente convencidos de lo que queremos, absolutamente convencidos de que puede suceder y absolutamente convencidos de hacer lo necesario para lograrlo. Definitivamente, la acción debe preceder al pedido de nuestro deseo, y es que sería imposible que uno se concentre con todas sus fuerzas en lanzar su pedido al universo si luego lo único que hará será simplemente sentarse a esperar a que suceda, ese no sería un pedido auténtico.

Entonces ya saben, no deben confundir nunca la Ley de la atracción con la inacción, es más, deben tener siempre presente que el comienzo para cualquier cambio o para cualquier cosa que queramos que se cumpla es la acción, sin ella no podríamos ni siquiera formular algo con verdadera pasión.

Hagan su pedido al universo, agradezcan y pónganse a hacer todo lo que esté a su alcance para conseguirlo, verán como sus actos se ven reflejados y les son devueltos con creces ¡y las cosas podrán llegar de los canales más inesperados!. Nunca dejen se hacer todo lo posible por conseguir sus sueños y deseos; esperar a que lleguen sin hacer nada sería equivalente a no merecerlos.

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