¿De dónde venimos y a qué?

“Leer, no para contradecir o invalidar, ni para creer o dar
por sentado, sino que para ponderar y considerar”
(Sir Francis Bacon)

Si depuramos todas las religiones mayoritarias, si buscamos lo que todas las religiones orientales y occidentales tienen en común, si releemos a los grandes filósofos clásicos, llegamos a ver que coinciden en muchos aspectos fundamentales. Uno de los principales es que hay una energía superior. Unos lo llaman Dios, otros Universo, otros Energía… el nombre, en esta ocasión, es lo de menos aunque nosotros lo llamaremos igual que los especialistas que han investigado esto y que no tiene connotaciones: “La fuente de energía”. El psicólogo R. Moody lo explica de la siguiente manera:

“El elemento común quizá más increíble de los relatos que he estudiado, y con toda certeza el que mayor efecto ha producido en el individuo, es el encuentro con una luz muy brillante. Lo típico es que en su primera aparición la luz sea débil, pero rápidamente se hace más brillante, hasta que alcanza un resplandor sobrenatural. A pesar de que esta luz -generalmente dicen que es blanca o «transparente»- tiene un brillo indescriptible, muchos de los entrevistados especifican que no daña a la vista, ni deslumbra, ni impide ver las cosas que los rodean. No obstante la inusual manifestación de luz, nadie ha expresado duda con respecto a que era un ser, un ser luminoso. Todos afirman que es un ser personal, que tiene una personalidad bien definida. El amor y calidez que emanan de él hacia la persona que está muriendo carecen de palabras para expresarse, pero ésta se encuentra totalmente rodeada y poseída por él, muy a gusto y totalmente aceptada en su presencia. Siente una irresistible atracción magnética ante ese ser, una atracción inevitable”.


[De dónde venimos y a qué]

Las investigaciones realizadas con moribundos y con personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte han ayudado a los especialistas a descubrir de dónde venimos y cuál es la finalidad de nuestra vida. A eso nos acercaremos en este post.

Somos energía y, como sabemos, la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Siempre hemos estado, siempre hemos sido, pero en diferentes planos, de diferentes maneras. La finalidad de la energía (o alma, como la quieras llamar) es avanzar, crecer. Crecemos en diferentes planos, entre ellos el plano humano, en el que nos encontramos ahora. La vida en la Tierra es, entonces, una especie de escuela en la que debemos aprender ciertas cosas mediante pruebas, como explica la psiquiatra Kübler-Ross. Hemos venido a aprender, y hemos venido de forma deliberada. Nosotros hemos decidido bajar aquí a aprender.

Pero no bajamos a la Tierra por Azar, o a lo que surja. Antes de venir, trazamos un plan junto a nuestros Guías o Maestros. En ese plan decidimos cómo vamos a hacerlo, en qué año, con qué familia, qué situaciones necesitaremos para aprender, etc. Todo está planeado para un aprendizaje eficaz. Cuando lo hemos decidido todo, bajamos. Una vez aquí, ese plan tratará de cumplirse, pero en la Tierra todo se complica. Tenemos fallos, defectos y sobretodo la libertad de hacer lo que queramos, por lo que con frecuencia nos salimos del recorrido establecido. Por difícil que parezca, siempre podemos volver a nuestro camino. No estamos solos, tampoco en la Tierra. Aquí conoceremos a gente (energías) que nos serán útiles en nuestro recorrido, gente con la cual necesitaremos trabajar. Las energías tienen diferentes niveles, diferentes vibraciones. Todos tenemos nuestras propias vibraciones. ¿Has oído la expresión “esa persona me da malas vibraciones?” Estamos hablando de esto. Tú mismo ya has notado todo lo que digo: Sin saber cómo, habrás podido experimentar cómo hay gente que te atrae de repente y cómo hay gente a la que no quieres acercarte. Todos tenemos unos niveles de energías y nos solemos rodear de energías parecidas, tal y como explica el psiquiatra Brian Weiss.

Nos encontramos con gente para realizar trabajos. Nuestros mejores amigos, nuestras parejas, nuestros enemigos… todo están ahí para que aprendamos mutuamente. Piensa en lo mucho que te ayudan tus amigos o tus padres, o en todo lo que aprendiste con tu ex pareja, esa tan horrible. Todo tenía que suceder así para que crecieras. Nos juntamos para trabajar juntos. A veces ese trabajo dura toda una vida, y a veces ese trabajo termina y la relación en la Tierra se rompe. ¿Cómo podíamos ser tan amigos y ahora ya ni hablamos? Sencillo: el trabajo juntos ha terminado. Nada más. Ya aprendisteis el uno del otro todo lo que necesitabais.

De ahí es de dónde venimos: siempre hemos sido en otros planos. Y a esto venimos, a aprender mediante la vida y sus pruebas de superación. Pero, evidentemente, hay más. Todas las acciones que hacemos en la Tierra, las buenas y las malas, tienen consecuencias. Consecuencias que deberemos pagar, si son malas, o cobrar si son buenas. A esto se le llama Karma. Según la Wikipedia, el karma sería una energía metafísica (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. Generalmente el karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto que no implica solamente las acciones físicas, sino habría tres factores que generan reacciones: los actos, las palabras y los pensamientos. Pero ¿qué poder tiene el Karma sobre nosotros? De eso hablaremos en el siguiente post.

0 Responses


EL METODO SILVA DE CONTROL MENTAL


Visualizar: El metodo silva para aprovechar la capacidad de la mente