Lo mejor es que las técnicas que mi madre utilizaba, son hoy en día recomendada hasta por los médicos para controlar los ataques de asma y sobre todo controlar cuando sabemos que estamos por tener uno.
La técnica recomendada: La respiración controlada. Acuéstate sobre tu espalda y llena despacio tu vientre con aire, luego permite que tu pecho se expanda y se llene. Exhala y repite. Para que estés seguro de que esta práctica está siendo bien realizada. Coloca tu mano derecha sobre el estómago y la izquierda sobre el pecho, debes notar que la mano derecha se levanta primero que la izquierda.
Este tipo de respiración controlada, al inicio te puede parecer difícil, pero ganarás práctica y podrás hacerla en cualquier momento o lugar cuando sientas que vas a tener un ataque. Solo debes concentrarte en la respiración y repetir la frase: “Yo controlo mi respiración”, tantas veces como sea necesario. Esto hará que tu ritmo respiratorio no se acelere y de campo a la llegada del asma.
Puedes también optar por escuchar música suave, es decir, toma un tiempo que sea para ti y para relajarte, escucha música suave, respira y relaja. Puedes repetir la afirmación: ” Soy una persona saludable y feliz”.
Todo esto trae beneficios y realmente no pierdes nada con intentarlo, ya me dirás los beneficios que te ha proporcionado la técnica.
Fuente: internet - Autor: Desconocido