Protección e Intercambio Energético.

Hasta hace muy poco tiempo el ámbito de la protección energética ha permanecido “oculta” (reservado a los maestros y discípulos del “ocultismo”). Actualmente, con los experimentos y evidencias de la física cuántica, la consideración de que pensamientos y emociones son formas de energía, está pasando de tener una acepción “esotérica” a formar parte de una comprensión más abierta de los procesos de intercambio energético y de nuestra constitución sutil o campo energético humano.

Fernández Casanova (2008) refleja estos procesos utilizando una terminología que nos es más próxima, accesible y actualizada que los textos clásicos “ocultistas”. Por ejemplo, denomina “Formas Mentales de Energía” (FME) a la energía que rodea a la persona, formada por sus pensamientos y emociones y que en ocasiones puede dirigirse intencionadamente (consciente o inconscientemente) o tomar identidad propia, pasando a habitar la energía del lugar. Una actualización de la terminología de formas-pensamiento del clásico de Besant y Leadbeater (1945).

Utilicemos un lenguaje más clásico o actualizado. No cambia el hecho de que somos seres de energía y esta energía interactúa con otras personas y con los espacios que habitamos o habitaron otras personas. Tampoco que en situación normal de armonía estamos suficientemente protegidos, de manera similar a como nuestro sistema inmunitario está en contacto constante con bacterias y virus de nuestro entorno y no por ello tenemos infecciones continuamente. Sin embargo:

Cuando existen problema de límites a nivel psico-emocional, esto tiene un correlato en el campo energético humano.

También, e independientemente de lo anterior, el aura puede sufrir roturas, agujeros, desgarros y otros daños tras traumas (una emoción muy intensa o una operación quirúrgica, por ejemplo). El cuerpo energético humano tiene su propio sistema auto-curativo (de reparación, limpieza y defensa), pero también le podemos ayudar con las esencias florales, ¡qué mejor terapia que una terapia energética!

A veces nuestro sistema energético puede colapsarse en lugares con abundante carga energética (hospitales, asilos de ancianos, consultas terapéuticas, por ejemplo). En EEUU se estudió que las profesiones con menor expectativa de vida eran los cirujanos y psicoterapeutas. Muchos terapeutas enferman y/o se encuentran con frecuencia desvitalizados. Hay una pérdida energética inherente a estas profesiones “de ayuda”, pero también es cierto que puede hacerse mucho desde la terapéutica floral para limitar pérdidas innecesarias de energía. Es, en mi opinión, una asignatura clave de la formación del terapeuta floral.

Desde otro enfoque, lo que ocurre al nivel psico-emocional en el contacto personal tiene su correspondencia a nivel energético. La acción de muchas de las esencias del Sistema de Saint Germain es explicado desde esta dimensión (aunque desde el lenguaje de la Metafísica). El trabajo de Brennan (1987 y 1993), científica con dotes clarividentes que trabajó para la NASA, lo ilustra muy bien, como puede verse en la siguiente imagen. Esta autora hace una magnífica correspondencia entre los caracteres de la Bioenergética de Lowen (2004) (esquizoide, oral, masoquista, psicopático y rígido), sus defensas psicológicas y cómo éstas se reflejan en defensas energéticas.

La imagen refleja las actitudes emocionales y mentales en la interacción personal (defensas energéticas, según Brennan, 1987) (Fíjese en la foto.)



En el tema que nos ocupa, concretamente, los trastornos de personalidad borderline o limítrofes se caracterizan precisamente en una confusión entre sus emociones y las del entorno, en unos límites desdibujados y precarios entre ellos y su medioambiente.

Pongo un caso de alguien que solicita acompañamiento floral:

“Lo que me pasa es que cuando voy caminando puedo sentir las emociones de las otras personas, sé lo que les pasa, por ejemplo, el encargado de la tienda que me atiende, lo vivencio en carne propia, soy muy permeable, no deseo vivir así, por eso deseo me ayudes con las esencias florales de protección”

en el contexto de “Yo no tengo ningún problema, sino una gran sensibilidad, son los demás que me invaden... atiéndeme en tu consulta aunque hoy sea domingo porque yo también ayudo a los demás y los atiendo en cualquier momento que lo necesiten”

La falta de límites energéticos, conceptuales y la deficiente o ausencia de consideración de tener un problema se evidencian.

¿Cómo “perdemos” nuestra energía?

Aunque obviamente ésta en una cuestión muy personal, nos damos cuenta de que “perdemos” nuestra energía en la calle o en contacto con otra persona por alguno de los siguientes síntomas: sensación de agotamiento (incluso en pocos minutos); sensación de debilidad, que puede ir hasta el mareo; necesidad de comer algo; se deja de disfrutar de lo que se estaba haciendo (ej. de compras), se quiere volver pronto a casa, etc.

Perdemos nuestra energía a través de nuestro campo energético (aura) y centros energéticos (chacras). Las personas nos enviamos mensajes (inconscientes) a través de los chacras (estableciéndose como cuerdas energéticas). Mediante estas cuerdas pueden trasmitirse mensajes (“me siento triste”, “te amo”, “me eres atractivo”, p.ej.). En esta conexión a Ud. le pueden “sustraer” energía o Ud. puede estar sustrayendo energía de otras personas (en terminología ocultista “vampirismo energético”). Este proceso se da también a distancia.

La energía se puede perder también a través del aura. El aura actúa como un escudo y cuando estamos equilibrados siempre nos protege. Si nos sentimos débiles, al interactuar con el aura de otra persona, después del encuentro, una parte de la energía de una persona puede quedar en el campo energético de la otra. A veces el aura puede tener orificios por donde la energía fluye más fácilmente. A estos agujeros se les denomina “rombos del aura”, y pueden ser debidos a diversas causas, entre ellas traumas físicos y/o emocionales (algunas de las combinaciones de esencias protectoras y selladoras o reparadoras del campo energético son STAR OF BETHLEHEM-ASPEN en Bach y ALLIUM-ARNICA SILVESTRE en Saint Germain).

¿Ha pensado en su parte de responsabilidad? ¿Por qué regalamos nuestra energía? (WILLOW) Si estás leyendo este escrito es probable que el tema te interese porque algunas de estas situaciones te sucedan a ti. Una primera reflexión a la que te invito es a “darte cuenta” de qué patrones mentales y actitudes emocionales de tu personalidad pueden estar favoreciendo estas pérdidas de energía cuando contactas con tu entorno. El Sistema Floral de Bach, como es bien conocido, trabaja las emociones básicas del ser humano y es un sistema espléndido para el auto-conocimiento. Opino que el trabajo en lo “transpersonal” debe tener una sólida base de trabajo en “lo personal”, lo psicológico.

Algunas personas regalan espontáneamente gran cantidad de energía que extraen de su campo energético. Este “regalo energético” podemos hacerlo conscientemente desde el corazón, y es una decisión nuestra, pero mantenemos el “timón de nuestro barco”.

Desde posturas menos sanas, dentro de este sistema podemos encontrar patrones emocionales que son grandes “surtidores” de energía (OAK, VERVAIN, IMPATIENS, ELM, p. ej.). Aunque todos ellos pueden hacernos abocar en estados de agotamiento, tienen en común cierta decisión personal de “gastar” su energía amparados en el fuerte sentido del deber, el sobre-entusiasmo de la causa que defienden, el enganche a un ritmo acelerado o a la realización de demasiadas tareas, p.ej. No son, por tanto, problemas de pérdida energética en el contacto con el entorno, en el sentido que aquí estamos tratando.

Por distintas razones podemos regalar nuestra energía de una manera menos consciente. Estos estados, algunos de los cuales comento a continuación, son los responsables de esta sensación de pérdida de energía en el contacto con el otro. Continuado en clave del Sistema Bach, se muestran entre paréntesis las esencias florales correspondientes, aunque esta correspondencia no hay que tomarla en sentido estricto, ya que son sólo una selección de opciones:

a) En el encuentro con los demás gastamos mucha energía al reprimir o negar partes de nosotros (nuestra “sombra”). ¡Hay un gran desgaste de energía en ocultar o en ser lo que no somos!. Ello en esquemas de negación emocional (AGRIMONY), represión emocional (CHERRY PLUM), proyección con intolerancia (BEECH) o intelectualización de la emoción (WATER VIOLET).

b) La falta de autoestima por infravaloración de nuestras capacidades (LARCH) o por un sentimiento de ser defectuoso, de ser “menos que” (CRAB APPLE).

c) La sensación de no-merecimiento, a veces, tan difícil de auto-observar; o de culpa consciente o inconsciente, de lo personal o de lo pre-personal (etapas intrauterinas) es demoledora (PINE) en el tema que nos ocupa.

d) Regalando energía a cambio de amor o reconocimiento, o por un equivocado sentimiento de “egoísmo” o “generosidad”, que pueda hacernos pensar, aunque no sea conscientemente, que sólo somos “buenas personas” cuando entregamos nuestra energía vital (CENTAURY - PINE).

e) Por un deficiente “enraizamiento” (CLEMATIS), o dificultad de “encarnación” por traumas de ésta y otras existencias (STAR OF BETHLEHEM - ROCK ROSE) a veces con roturas en nuestro campo energético (ASPEN).




También sabemos que patrones “succionadores” de energía se acoplan “neuróticamente” muy bien con otros patrones más “débiles de carácter” que actúan de “surtidores”. Tal es el caso de la polaridad VINE - CENTAURY, por muchos conocida. VINE, no siendo el único en Bach (recordemos que el último grupo del sistema Bach son patrones emocionales que buscan, con diferentes mecanismos, el ejercer influencia o poder sobre los demás, y claro que esto tendrá su manifestación a nivel energético), es uno de los patrones emocionales más vampiros de dicho sistema floral. Muchos de nosotros conocemos también el desgaste energético que sentimos frente a una persona en estado HEATHER, entre otros.


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EL METODO SILVA DE CONTROL MENTAL


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