TELEPATÍA

TELEPATÍA es la facultad de proyectar nuestros pensamientos a distancia y que estos sean captados por el aparato sensitivo receptor de otra persona. Realmente es una facultad de doble sentido: enviar y recibir.


Según nuestras propias experiencias parece existir un sistema físico que sostiene esta capacidad. La antena emisora de nuestros pensamientos estaría ubicada en la glándula pineal (epífisis) y la antena receptora (posiblemente) en la red nerviosa conocida como plexo solar, a la altura del ombligo, la zona en al que los antiguos indostaníes ubicaban el chacra manipura.

la glándula pineal (o epífisis) cumple un papel significativo en la "transmisión del pensamiento". De hecho parece ser algo así como la antena emisora del pensamiento. Posiblemente la mayor integridad de esta glándula es la que determina que en nuestra vida gocemos de cierto carisma.

Una cosa es hablar bonito y otra es conseguir atraer la atención de los que nos escuchan. Esto último no depende tanto del mensaje o de las palabras que le den forma. Todos sabemos de personas muy cultas con muy poco carisma y personas con escaso vocabulario pero capaces de promover un alto grado de atención y aceptación. El misterio no está en nuestra capacidad de expresión... sino en que nuestro mensaje se proyecte envuelto en unas ondas cerebrales poderosas. Esto es lo que distingue a los buenos de los a los vendedores, a los buenos oradores de los malos, etc.

A su vez, la integridad o la involución de esta glandulita depende directamente de la actividad de nuestras glándulas sexuales. Siempre que la glándula se mantiene perfectamente funcional a una edad avanzada coincide con el mantenimiento de una buena actividad de las glándulas endocrinas sexuales. Lo que también influye, dicho sea de paso, en la calidad de la voz.

A nadie le debe caber la menor duda de que todos nuestros pensamientos se traducen en formas químicas (neurotransmisores) y ondas energéticas (las ondas cerebrales, perfectamente identificables). Sin embargo, para aceptar que estas ondas energéticas puedan transportarse allende el espacio tendremos ineludiblemente que aceptar la posibilidad de una transmisión fuera del ámbito tridimensional al que estamos acostumbradosm.

Pensemos que esto de la telepatía no es tan extraño a nuestra cultura. De hecho, una buena parte de nuestra vida nos la pasamos intentando esas transmisiones telepáticas. Cualquier persona religiosa no hace más que intentar una transmisión telepática cuando reza. En la cultura cristiano-católica se acude a un templo y el creyente se concentra en una imagen. Luego da rienda suelta a sus pensamientos (casi siempre peticiones o algo por el estilo) con la esperanza de que el personaje (santo, ángel o lo que sea) escuche esos pensamientos. Un creyente de mediana cultura no puede suponer que la estatua sea el personaje. Sin embargo tal práctica se basa en uno de los más efectivos sistemas de transmisión telepática. De hecho, aquí se encierra una clave realmente importante.

Cuando queremos transmitir un mensaje a otra persona el procedimiento es el siguiente: Relájese la persona que desea transmitir, cierre los ojos e imagínese a la persona destinataria con el máximo detalle, como si estuviera justamente delante de nosotros. Con el pensamiento nos dirigimos a ella tal como si realmente le estuviéramos hablando directamente, como si verdaderamente estuviera allí presente
Si la concentración y la imaginación son intensas el destinatario recibe siempre el mensaje. Otra cosa es que lo reciba conscientemente. Pero aún cuando esta recepción sea totalmente inconsciente, el mensaje llega e, inevitablemente la persona tiene algún pensamiento sobre nosotros (si nos conoce) o sobre el tema del mensaje

ADVERTENCIA NECESARIA: No utilizar nunca este sistema para intentar obligar a nadie, ni asustar ni coaccionar. Creanme, finalmente los perjudicados seran ustedes mismos. Sólo debe ser usado para razonar o explicar sin perturbar la libertad de elección de ninguna persona.

SI TENEMOS UN ENEMIGO: Bien relajaditos imaginar nuestro retrato pero un retrato amoroso, lleno de buena voluntad, de amor hacia todos nuestros semejantes. Debemos imaginar ese retrato nuestro lleno de amor y comprensión hacia ese supuesto enemigo. Y no se trata sólo de un amor fingido... si quieren usar esta arma estratégica deben llegar a sentir amor y compasión hacia esa persona que desea nuestro mal. Luego imaginar a ese "enemigo" e introducir ese retrato nuestro en su corazón. Contarle que no deseamos su mal sino que comprendemos lo que sufre y que no es nuestra intención perjudicarlo. Incluso darle un abrazo y deseaRle lo mejor.

No pasará mucho tiempo antes de que esa persona pierda su negativo interés hacia nosotros. Entonces olvidala!!

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EL METODO SILVA DE CONTROL MENTAL


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