Las tres leyes del éxito

Las corrientes cósmicas

Existen unas corrientes cósmicas en el mundo que van en todas direccioness, corrientes de ideas contradictorias que pueden penetrar en nuestra mente inconscientemente, incluso en contra de nuestra voluntad.

Algunas corrientes son benéficas y otras perjudiiciales. Ciertas naturalezas son lo bastante fuertes como para lograr el éxito contra los mayores obstaculos, otras logran salvarse parcialmente y las demás no se salvan en absoluto. Por este motivo, tenemos éxitos y fracasos en la vida. En parte depende de las influencias externas y, en parte, de nosotros mismos. No somos capaces de controlar las primeras, excepto de manera indirecta, a través de nosotros mismo.


Cómo lograr el éxito en la vida

Esta es la explicación de un gran fallo que comete mucha gente, que imaginan que siempre pueden conseguir que las circunstancias se ajusten a su voluntad y conveniencia. Pero esto solo es verdad en parte.

Lo cierto es que jámas debemos querer ejercer nuestro poder mental sobre los demás, sino sobre nosotros mismos, de manera que nos haga más fuertes, más positivos, más capacitados y más eficientes; y es así, al desarrollarnos en este sentido, cómo obtendrremos el triunfo.

La mejor manera de controlar las circunstancias es controlando las fuerzas internas del individuo, a fin de llegar a ser mejores y más competentes, con lo cual ya se gravita hacia mejores circunstancias. Hay que recordar que "lo semejante atrae a lo semejante". Y como dijo el doctor Larson:

Las personas que fracasan y continúan fracasando, lo hacen así porque la fuerza de su mente se halla en un estado habitual negativo, o porque está mal dirigida. Si el poder mental no actúa positivamente y de manera constructiva hacia un objetivo dado, el individuo no puede triunfar.

Si su mente no es positiva, es en cambio negativa, y las mentes negativas flotan con la corriente. Debemos recordar que estamos en el centro de toda clase de circunstancias, algunas de las cuales están a favor nuestro, y otras en contra, y que tenemos que despejar nuestro camino o derivar al azar, en cuyo caso nos llevará la corriente. Y casi todas las corrientes de la vida humana fluyen hacia el mundo de lo ordinario e inferior. Por tanto, al derivar, el individuo desciende y el objetivo propuesto será un fracaso.

Para conseguir el éxito mental y espiritual . y la misma regla se aplica al éxito terrenal- hay que observar tres reglas fundamentales:

a) Tener un concepto claro de lo que se desea. Si no existe este objetivo claro no es posible lograr grandes triunfos, puesto que el individuo malgasta sus energias dando rodeos y sin dirigirse a un punto determinado.

b) Tener pensamientos positivos y no negativos, lo cual no significa que haya que apretar los dientes, fruncir el ceño y querer dominar a todo el mundo.

Significa, en cambio, que hay que poseer calma y aplomo, seguridad en sí mismo y la convicción interna y cierta de que triunfará. Fisicamente, este estado de cosas puede experimentarse como una sensación de todo el sistema nervioso.

c) Todas las ideas han de ser constructivas; o sea, edificadas y tendentes al objetivo a conseguir. Si solo gasta el individuo una pequeña fracción de su energía pensante en otra dirección cualquiera, no puede esperar ir muy lejos en su objetivo. Pensar constructivamente significa que hay que tener ideas consistentes y continuas sobre todo aquello que se desea conseguir.

Cuanto antes se aprende esto antes se logra el éxito. Los obstáculos de la vida actual ofrecen grandes dificultades y hasta cierto punto pueden considerarse como sostenes para el carácter y el progreso, y cuantos más obstáculos se superen, más fuerte será el carácter de la persona. Al mismo tiempo, se puede caerse en la exageración, y ésta siempre se paga cara.


Arrastrados por la marea

Si se intenta lo mejor, y todo el mundo sabe interiormente cuándo trabaja bien, con miras a conseguir algo, y las dificultades parecen multiplicarse ante el progreso realizado, bajo ciertas condiciones, puede suponerse que no es éste el momento apropiado para buscar el objetivo dado, por lo que será prudente considerar que las circunstancias impiden precisamente que la persona en cuestión corra hacia un desastre.

De este modo es posible verse arrastrado por esas corrientes en lugar de poder aprovecharse de ellas.


Actuando para el bienestar final

Por tanto,, existen unas corrientes cósmicas que se entrecruzan en todas direcciones a través del universo psíquico, y cuanto más sensibles o receptivos seamos a dichas corrientes, más veremos cómo nuestra vida es guiada y dirigida por un control inteligente, mayor que el nuestro.

Todos creemos saber exactamente lo que queremos hacer, y lo que es mejor para nosotros, pero no siempre es así. A una mente más vasta y más inclusiva que la propia, lo contrario podrá parecerle mejor para nuestro bienestar final. Así, es muy posible que nuestras experiencias dolorosas puedan interpretarse como tendentes a concedernos el bienestar después.


Cómo se aplica esas leyes al desarrollo psiquico

Bien, apliquemos ahora lo anterior al desarrollo psíquico. Sabemos que existen fuerzas magnéticas y espirituales que actúan sobre nosotros desde direcciones diferentes, en todo el mundo. Algunas son para nuestro bien y otras no. De manera que hemos de aprender a ser sensibles a esas corrientes benéficas y cerrar la mente a las que no lo son.


¿Cómo lograrlo?

En primer lugar es necesario que el estudiante que realmente anhela obtener esta guía haga ciertos sacrificios o renuncias. No puede estar en el mundo y recibir al mismo tiempo esa perfección espiritual. El cultivo del Yo espiritual no es lo mismo que el del Yo psíquico para obtener los fenómenos psíquicomentales.


Reglas a seguir


1. Es preciso, ante todo, conservar la salud. De lo contrario, el individuo puede llegar al agotamiento nervioso y, por ello, a la obsesión.

2. Hay que procurar conservar el sentido común muy despejado y el interés por las cosas mundanas. De lo contrario, el juicio queda desequilibrado.

3.Hay que cultivar la simpatia, la armonia y el interés hacia el prójimo.

4. Hay que cultivar la sensibilidad propia a través de las líneas psíquicas ordinarias, mediante algunos ejercicios especiales. Cuando así se obtengan algunos fenómenos psíquicos, se será mucho más receptivo que antes.

5. Hay que cultivar constantemente lo que podríamos llamar "una actitud de escucha del alma". Cuando el individuo tenga dudas acerca de alguna cuestión, deberá retirarse a una estancia tranquila y preguntarse a su Yo más elevado cuál es el camino a seguir.

Al principio, las respuestas serán vagas e indefinidas pero a medida que se progrese en el desarrollo, serán más claras cada vez. Y tan pronto como se haya progresado en este punto, el individuo sentirá cómo las corrientes cósmicas circulan a su través y, logrado esto, ya será solo cuestión de desarrollo personal.

2 Responses
  1. Anónimo Says:

    Hay dos maneras de considerar los hechos: Observalos desde fuera o experimentarlos desde dentro. Si contemplamos un limón, lo observamos desde fuera y jamás podremos experimentarlo desde dentro, a menos que nosotros seamos el limón. La única que puede experimentar sensaciones semejantes es la mente.



    Cada mente puede experimentar interiormente y ver de modo objetivo sus sensaciones, y por lo que sabemos, es lo único del mundo capaz de realizarlo.



    Toda la experiencia psíquica es, por consiguiente, interior o sensitiva y jamás puede sentirla nadie más que el propio individuo, aunque deba ser experimentada por éste para que aprenda y comprenda el estado mental que uno vivencia.



    Lo mismo sucede con los fenómenos psíquicos. Si alguien experimenta un fenómeno de esta carácter no puede impartir este conocimiento a los demás, salvo de una manera indirecta; y para que los otros comprendan el fenómeno han de experimentarlo también por si mismos.



    Por este motivo resulta tan dificil para los psiquicos expresar y explicar a los demás el carácter y las sensaciones de los fenomenos que vivencian.



    Como todo es sumamente simbolico, y nuestro lenguaje es muy pobre en la expresión de tales símbólos, resulta a menudo muy dificil explicar exactamente que significan o representan.


  2. Anónimo Says:

    Todos los pensamientos que enviamos al universo tienen un proposito definido y ejercen cierto efecto, tanto sobre nosotros mismos como sobre los demás.



    Los pensamientos son algo sólido. Podemos crear uno lo mismo que podemos construir un coche o una mesa, y una vez creado es imposible predecir cuánto tiempo durará su acción o cuándo cesará.



    Si los pensamientos son buenos, de ayuda y útiles, a menudo vuelven a nosotros como "boomerangs", junto con la felicidad y las fuerzas que han acumulado de los otros de carácter semejante en su vuelo por el espacio.



    Por el contrario, los pensamientos malos regresan de igual forma, y siempre con más fuerza para el mal. Por tanto, es altamente necesario que emitamos pensamientos elevados, llenos de bondad.



    Algunas personas, cuando por primera vez se dan cuenta de esto, casi temen pensar en absoluto, por temor a los efectos posteriores o secundarios.



    Este es un grave error. La expresión es la primera ley de la vida. Hemos de aprender a expresarnos... La diferencia capital entre un ser vivo y un cadáver es que el primero puede expresar y el segundo no.



    No debemos temer expresarnos con claridad en cualquier sentido.



    Incluso está plenamente justificada la expresion de nuevos sentimientos y emociones corporales. En una convicción en una pasión, nada hay de qué avergonzarse. Lo malo es precisamente el abuso de tales pasiones o emociones.



    El uso de la voluntad



    De igual forma, el poder de a voluntad puede utilizarse para el bien o para el mal, y posee una enorme fuerza en ambas direcciones.



    En un caso tenemos como resultado del ejercicio de semejante poder varios fenómenos psíquicos, curas maravillosas y todas las diversas consecuciones y logros de este mundo. En el otro, tenemos los fenómenos de brujería, de magia negra y del trato perjudicial o el crimen.



    Todo depende del canal al que dirijamos la energia de nuestra voluntad.



    El alma ha de aprender a descubrir y experimentar por si misma antes de considerarse una entidad totalmente viva y desarrollada. Comprendido esto, podremos dirigir toda nuestra atención al cultivo y dominio de las energias que poseemos.



    El autodesarrollo esencial



    Es necesario, por tanto, el cultivo del Yo y del alma antes de dedicarse al desarrollo de los fenómenos psíquicos. Hemos de aprender a conocernos, a conservar un equilibrio justo y cuidadoso del criterio personal, de la simpatía, de la intuición y de la comprension. Si no poseemos estas cualidades, nunca tendremos un verdadero poder mental. Al contrario, por ejemplo en mediumnismo, podemos atraernos inteligencias nocivas o mentirosas, gracias a la atracción de nuestra aura magnética.



    Por tanto, es interesante aconsejar al estudiante que practique los ejercicios de autodesarrollo antes de cultivar los poderes psíquicos externos.



EL METODO SILVA DE CONTROL MENTAL


Visualizar: El metodo silva para aprovechar la capacidad de la mente